31 oct 2016

Amberes


El jueves 27 fui a Amberes a una conferencia de Ricardo Maldonado titulada La posesión como problema lingüístico y cultural. La conferencia fue muy interesante, enfocó la charla a cómo la visión del mundo afecta a la lengua y puso sus ejemplos con el huasteco, una lengua mexicana procedente de la cultura maya. Además Ricardo es muy didáctico y no paraba de hacer bromas.

Como la conferencia era por la tarde decidimos ir por la mañana y aprovechar para ver la ciudad. Cogimos un tren directo Leuven- Antwerpen y llegamos a la estación.


En la foto de arriba el  interior de la estación.
A la derecha el exterior y el típico cielo gris.














Lo primero que nos encontramos al salir fue el barrio chino. Tras caminar larga jornada llegamos al centro con sus plazas amplias, sus árboles coloridos y su catedral. 

 

Justo al lado de la catedral se encuentra la plaza principal, Grote Markt. Se parece un poco a la que hay en Bruselas con el mismo nombre.


A María y a mi nos llamó la atención que la fuente lanza agua desde lo alto de la estatua, más concretamente saliendo de una mano cortada. He buscado un poco el significado y la historia cuenta que hace mucho tiempo había un gigante en Amberes, el cual controlaba los barcos que entraban y salían y le cortaba la mano a todos los navegantes que no pagaran el precio acordado. Esto fue así hasta que llegó el capitán del ejército romano: Silvio Bravo (el hombre de la estatua). Tras perder la batalla, la mano del gigante fue lanzada al río. 

Antwerp significa literalmente 'lanzar mano'
Justo en la plaza de al lado encontramos un puesto de patatas y como era casi la hora de comer nos compramos unas pocas y fue la mejor decisión del mundo porque fueron las patatas más ricas que he probado en la vida, de verdad que las disfruté un montón.




Os dejo la foto del sitio porque, de verdad, si vais a Amberes tenéis que probar las patatas y decirme si exagero o no.






Con el estómago lleno de patatas llegamos al río Schelde o Escalda, donde Silvio arrojó la mano del gigante, ¿recordáis? Y pues nada, bastante normalito todo.


No entramos en el MAS MUSEUM pero subimos a la terraza y pudimos tener una vista panorámica de la ciudad.

          una pena que salga tan oscura 

Y justo antes de la conferencia, mientras hacíamos tiempo, encontramos por casualidad otro beaterío, como el que hay en Leuven, pero este era más pequeño. Supongo que es la belleza de Bélgica, encontrarte esto en el corazón de la ciudad.




Y por último hicimos unas compras de última hora, las últimas fotos y nos comimos el mejor gofre de nuestras vidas, de verdad. ¡Hay que ir a Amberes solo por la comida!


Siempre acabamos con gofres, qué le voy a hacer, volveré a Murcia rodando.

Patri XXX


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