Cerveza y diversión

Esta semana me he sentido menos turista, ya no salgo a dar largos paseos ni estoy haciendo muchas fotos; en vez de eso me quedo en la residencia conociendo gente y haciendo amigos.

En cuanto a la universidad KU LEUVEN estoy encantada, ya ha pasado la semana de orientación erasmus y ahora empieza la selección de asignaturas, de momento voy a las clases que creo que me pueden interesar de oyente y tengo dos semanas para decidir definitivamente las asignaturas que voy a cursar. La facultad de letras cuenta con varios edificios y tengo asignaturas en varias de ellos. Mis clases son tanto por la mañana como por la tarde, depende del día y normalmente duran unas 3 horas cada clase, pero a cada hora se hace un descanso de casi diez minutos.

Paquete de bienvenida de la universidad compuesto por una bolsa, chocolate belga, un boli y varios mapas y guías de la ciudad

A pesar de todo esto también he tenido tiempo para salir y probar nuevas cervezas (mamá tu no mires). La primera se llama Leffe, es un poco más cara pero está riquísima.

También he probado algo muy típico de aquí que son las cervezas con sabores a frutas, la primera que probé era de melocotón y la segunda, la más común y la que toman las chicas, es la Kriek con sabor a cereza aunque en mi opinión estaba demasiado dulce, ni siquiera sabe a cerveza.

Kriek sabor cereza 

A veces vamos al "bar" de la residencia y tomamos alguna cerveza mientras jugamos al ping pong o al futbolín. Otras veces salimos al Oude Markt, la calle de bares más larga de Europa y nos sentamos en una terraza o entramos adentro a bailar. Esta calle es realmente impresionante y de noche se llena de gente joven.

Fachada del Oude Markt por la mañana 

Y esto es todo por hoy, voy a disfrutar el resto del día que tengo libre para ir de compras por Leuven. Tal vez de aquí salga un nuevo post...

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Bruselas en un día

Después de habernos pasado cuatro días descubriendo Lovaina, Mafu y yo decidimos ir al consulado español a inscribirnos como no residentes. El papeleo iba a ser muy corto y eso nos dejaba el resto del día para visitar Bruselas.

Cogimos un billete de tren y llegamos a la estación de Bruselas Centro, después de hacer el papeleo atravesamos el parque de Bruselas Warande y acabamos en frente del palacio Royal

Al fondo el Palacio Royal

Muy cerca de allí estaba el museo de René Magritte, que nos había recomendado nuestra amiga japonesa Kyoko. Me lo pasé realmente bien en este museo e hice algunas fotos de los cuadros que más me gustaron.

El cuadro del pastel me recordaba mucho al famoso Ceci n'est pas une pipe y cómo juega con la idea de que la representación de un objeto no es el objeto en sí mismo. Estando delante del cuadro me dieron ganas de comerme el pastel pero claro, no solamente no es la imagen de un pastel, sino que es la representación de la imagen de un pastel. Una trampa dentro de otra trampa.

Además me compré cuatro postales para decorar un poco mi habitación:

Después fuimos a la Grand Place o Grote Markt de Bruselas y nos quedamos asombradas, no esperábamos algo tan inmenso y dorado. A nuestra vuelta busqué en internet la plaza y descubrí que fue patrimonio de la UNESCO y que es considerada una de las plazas más hermosas del mundo. No se si será así para todos pero para mí es la plaza más bonita que he visto nunca.

    

Ayuntamiento de Bruselas

Las Casas Gremiales

   

Tras quedar fascinadas por esta plaza salimos por una calle que daba al museo del chocolate, el cual habíamos encontrado en un folleto por casualidad. He de decir que el museo no era gran cosa pero comimos mucho chocolate e incluso vimos a un maestro chocolatero preparando el chocolate que íbamos a devorar minutos después. Sin duda mereció la pena el chocolate belga.

Un rato más tarde, mientras comíamos patatas fritas belgas, llegamos caminando hasta las galerías de Saint Hubert, las primeras galerías comerciales de Europa. Tengo entendido que estas galerías están divididas en tres zonas. Nosotras paseamos solo por la Galería de la Reina.

 

Aunque nos empezábamos a sentir un poco cansadas no nos pudimos resistir a ir a un último museo: El museo del cómic. Fue una decisión genial porque nos sentamos en una sala a leer cómics de Boerke (pongo una viñeta abajo) y se nos pasó todo el cansancio. 

He de decir que soy muy fan de Tintin y el museo era ideal para mi.

            

Y por último hicimos lo que estábamos deseando: comer un gofre belga.

Y con esto y un gofre... ¿hasta mañana las once?

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Groot Begijnhof

El otro día caminando llegamos a un sitio llamado Groot Begijnhof, en español ‘Gran beaterio’. Es un sitio al que suelen llamar ‘La ciudad dentro de la ciudad’ porque está rodeado por muros y la ciudad cambia por completo cuando los atraviesas. El sitio fue declarado en 1998 patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Es genial tener una especie de paraíso tan cerca.

Primeros días, primeras impresiones

Al fondo el ayuntamiento de Leuven

Suele pasar cuando viajas que los días se expanden y no sabes cuándo empieza un día y acaba otro. Apenas han pasado dos días desde que llegué a Lovaina y parece que llevo aquí un montón. En este tiempo lo que más he hecho ha sido visita turística, he localizado poco a poco los sitios que más me interesan en el mapa y me he recorrido casi todas las calles importantes del centro de la ciudad.

Al principio me costó un poco el nombre de las calles y ni sabía pronunciar algunas de ellas como Tiensestraat, Bondgenotenlaan o Naamsestraat. Tras pronunciarlas varias veces te das cuenta de que no es tan difícil. Aun así el neerlandés me sigue dando mucho respeto. Normalmente cuando vamos a los bares pedimos la carta en inglés porque no podemos ni intuir el significado de algunas palabras.

Otra cosa que he observado en mi paseo por los restaurantes de la ciudad es que hay tres tipos que predominan sobre los demás: en primer lugar los restaurantes italianos de pizzas y pastas, después los restaurantes de sushi y comida asiática y en tercer lugar los restaurantes que ofrecen mejillones como plato típico de Bélgica (estos últimos no bajan de 20 euros el plato). En general la comida aquí es cara, tanto en los supermercados como en los restaurantes. Poco a poco voy conociendo los sitios más baratos y los que mejor ni entrar de lo caro que es.

La cerveza suele costar alrededor de unos 2 o 3 euros (depende mucho del sitio donde la pidas y la marca). Hasta ahora he probado dos cervezas diferentes. La primera fue la Jupiler, que me gustó más porque es más suave y la otra, la más típica, que es la estella artois y que tiene la fábrica a las afueras de la ciudad pero que me gustó menos porque era más fuerte (para gustos, colores).

María y yo tomándonos nuestra primera cerveza 

Cerveza Jupiler

Cerveza Stella Artois, la más típica

Otra cosa curiosa es que en algunos restaurantes y bares hay mantas en todas las sillas para cuando hace frío. Lo mismo no es extraño para la gente del norte pero para mí que soy del sur fue muy gracioso.

En otro orden de cosas, la gente sigue llegando a la residencia, el sábado 24 tienen que estar todos aquí, hasta entonces ves a la gente pasando con los colchones con la misma cara de perdido que tenía yo el día que llegué. Esto es todo por ahora, mañana empiezo las sesiones de orientación erasmus y estaré muy entretenida.

Saludos

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La llegada a Bélgica

Por fin llegó el día y dejé de tachar los días de mi calendario. Salí muy temprano con un total de tres maletas; una maleta grande de 20 kilos (pesaba 500 gramos más de lo permitido pero no me dijeron nada) y dos maletas pequeñas de mano, una de las cuales me la hicieron facturar por falta de espacio en las cabinas del avión, Ryanair y sus cosas.

El viaje transcurrió sin incidentes y llegamos a Zaventem, uno de los aeropuertos de Bruselas, y de allí un tren que nos dejó en la estación de Lovaina. Íbamos más cargados que una mula pero afortunadamente nuestra residencia se encontraba muy cerca en línea recta.

Mi residencia se llama Seminarie Leo XIII y dentro de los grupos o comunidades de esta residencia pertenezco a Hebron. A pesar de lo religioso que suena todo mi comunidad es atea, esta residencia es diferente simplemente en el compromiso social y ecológico del estudiante (Hablaré de estas dos cosas cuando tenga algo más de información). Las comunidades son pequeñas ‘familias’ de estudiantes (belgas e internacionales) que comparten cocina y espacios comunes

La residencia es un edificio precioso y bastante antiguo. Hay dos edificios separados, yo estoy pegada a una capilla y por las noches oigo las campanas.

 

Mi habitación es enorme, tres veces mi habitación de Murcia. No pedí esta habitación, simplemente me la ofrecieron por falta de las habitaciones más pequeñas así que he tenido suerte. Los techos son altísimos y tiene dos ventanas.

También tengo un armario, una estantería,  un escritorio con baldas, una cama, un sillón y un lavabo con espejo. Lo primero fue limpiarlo todo y al día siguiente cogimos el autobús y fuimos al IKEA más cercano y compramos algunas cosas más como una lámpara, sábanas, almohadas, etc.

Ahora me toca intentar decorar mi habitación y hacerla lo más acogedora posible para mi estancia aquí.

Patri XXX